martes, 25 de noviembre de 2014

¿Qué les queda a los jóvenes?

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.











sábado, 22 de noviembre de 2014

Amor

Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal.

Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía  amarte más.
Y todavía  amarte más   y más.

viernes, 21 de noviembre de 2014

ROMANCE DE LA PARAGUAYA

Era una noche de luna.
Estando en el Paraguay,
aspirando el grato aroma
de un frondoso naranjal,
vi una joven paraguaya
de tierna y hermosa faz,
sentada al pie de un naranjo,
suspirando sin cesar.

—¿Porqué suspiras, le dije,
con tan profundo dolor?

—¡Ay!, suspiro, porque tengo
desgarrado el corazón..
La guerra de tres naciones
que a mi patria desoló,
en el mundo abandonada
sola y triste me dejó.

Mi padre, siguiendo a López,
allá por Cerro-Corá,
cayó cubierto de heridas
al pasar el Aquidabán.

—¿No tienes algún hermano
que mitigue tu dolor?
—Tuve tres, pero yo sola
gimo en la desolación.

Uno murió en el Pilar,
otro murió en Tuyutí,
y el tercero defendiendo
las trincheras de Humaitá.

—¿Acaso también tu madre
tuvo esa suerte infeliz?
—Después de tantas penurias
murió ella también allí.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

La luna asoma - Poemas de Federico García Lorca

Cuando sale la luna 
se pierden las campanas 
y aparecen las sendas 
impenetrables. 
Cuando sale la luna, 
el mar cubre la tierra 
y el corazón se siente 
isla en el infinito. 
Nadie come naranjas 
bajo la luna llena. 
Es preciso comer 
fruta verde y helada. 
Cuando sale la luna 
de cien rostros iguales, 
la moneda de plata 
solloza en el bolsillo.
 
 



La Luna

La luna se puede tomar a cucharadas 
o como una cápsula cada dos horas. 
Es buena como hipnótico y sedante 
y también alivia 
a los que se han intoxicado de filosofía. 
Un pedazo de luna en el bolsillo 
es mejor amuleto que la pata de conejo: 
sirve para encontrar a quien se ama, 
para ser rico sin que lo sepa nadie 
y para alejar a los médicos y las clínicas. 
Se puede dar de postre a los niños 
cuando no se han dormido, 
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos 
ayudan a bien morir. 

Pon una hoja tierna de la luna 
debajo de tu almohada 
y mirarás lo que quieras ver. 
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna 
para cuando te ahogues, 
y dale la llave de la luna 
a los presos y a los desencantados. 
Para los condenados a muerte 
y para los condenados a vida 
no hay mejor estimulante que la luna 
en dosis precisas y controladas.